domingo, 8 de mayo de 2016

Nueve Reinas

Comentario de NUEVE REINAS















A finales de los años 90 Argentina se precipitaba al abismo de la gran crisis económica y social que desembocaría poco después en El Corralito. Con semejante panorama resulta algo paradógico que fuese entonces cuando se forjara una época dorada de su cine. Y es que por aquellas fechas comenzó a llegar a España una nueva ola de cineastas argentinos entre los que se encontraban Juan José Campanella, Fabián Bielinsky, Marcelo Piñeyro o Daniel Burman entre otros. Fueron dos películas las que marcarían el inicio del idilio del público español con esta generación: "El Hijo de la Novia" (1999) y "Nueve Reinas" (2000). El actor Ricardo Darín, que protagonizaba ambas, se convertiría en el símbolo de ese gran movimiento cultural que ha conseguido mantenerse a muy buen nivel a lo largo de quince años y que ha dado un buen puñado de grandes películas, incluyendo algún que otro Oscar a película extranjera como ocurrió con la obra maestra de Campanella "El Secreto de sus Ojos". El caso de Fabián Bielinsky es sinembargo muy agridulce porque tan solo pudimos catar su talento en dos películas, la ya mencionada "Nueve Reinas" y ·"El Aura", ambas con Ricardo Darín. La repentina muerte de Bielinsky truncaría una carrera realmente prometedora. Su debut con "Nueve Reinas" fue realmente sobresaliente, regalando al espectador una trepidante historia de intriga en las calles de un Buenos Aires en plena ebullición social. Toda una hija de su tiempo.

La película narra una jornada en los bajos fondos bonaerenses. Marcos (Ricardo Darín) y Juan (Gastón Pauls) son dos timadores que se conocen por azar en una tienda de Buenos Aires. Tras su primer encuentro deciden trabajar juntos por un día, en una relación maestro-aprendiz. La suerte parece sonreírles ya que un anciano colaborador de Marcos, convaleciente de un infarto, les recluta para que le ayuden a vender una importante colección de sellos, las Nueve Reinas. Se trata en realidad de una falsificación cuyo potencial comprador es un empresario español que va a ser deportado del país al día siguiente. Sin embargo, una vez que los estafadores tienen en su poder el maletín con los sellos, la fatalidad golpea y unos motociclistas les roban la mercancía. Desesperados, deciden improvisar un plan. 

*********************************************************************************

Ficha técnica y artística

Nueve Reinas. Argentina, 2000, 114 min.

Dirección: Fabián Bielinsky

Intérpretes: Ricardo Darín, Gastón Pauls, Leticia Brédice

*********************************************************************************




Crónica de Atticus Finch 

 
 Pulsa en la pantalla para ver una escena de "Nueve Reinas"

sábado, 23 de abril de 2016

Los Odiosos Ocho

Comentario de LOS ODIOSOS OCHO















Las Navidades del pasado año trajeron un gran regalo bajo la forma de película, concretamente el nuevo trabajo del indomable Quentin Tarantino. Y su más reciente creación ha resultado ser un sobresaliente western, género que ya visitó hace tres años con la también excelente "Django Desencadenado". En realidad el marco narrativo del western es tan solo una licencia de Tarantino para ubicar su historia, ya que estamos ante una pieza de teatro filmada que bien podría tener lugar en otras latitudes y épocas. Aunque bien es cierto que el salvaje Oeste le sienta como un guante al relato. Si exceptuamos el largo prólogo rodado en unos impresionantes decorados naturales, el resto de las casi tres horas de película tiene lugar en el refugio de montaña donde coinciden estos odiosos ocho personajes del título. Y es entonces cuando Tarantino saca su artillería pesada con unos diálogos brillantes, ingeniosos e inolvidables. Todo marca de la casa. Es hacia el último tramo del relato cuando el director muestra también su querencia por la ultraviolencia con tintes de humor negro, lo cual es lo que menos me ha gustado de la cinta. Quizás por ello no llega al nivel de "Django Desencadenado" pero sigue siendo una película excelente de todos modos. Los maestros de la función, Samuel L. Jackson y Kurt Russell, son secundados perfectamente por unos intérpretes en estado de gracia, lo cual nos demuestra lo buen director de actores que es Tarantino. El realizador de Kentucky ha sabido siempre sacar lo mejor de sus repartos, aunque la buena calidad de sus guiones también ayuda mucho. En el apartado de la puesta en escena la verdad es que solo se puede decir que es un festín para el espectador, sobre todo la primera parte en la que seguimos a la caravana a través de la nieve de Wyoming. Tarantino, como siempre genio y figura, decidió rodar la película en un formato panorámico muy poco común que resalta enormemente las tomas exteriores pero que carece de sentido en el decorado interior en la que se desarrollan la tres cuartas partes de la cinta. Pero supongo que eso no importa, ya que Tarantino se ha ganado con los años el derecho a hacer lo que quiera en sus películas. Y el espectador se lo agradece enormemente.

"Los Odiosos Ocho" nos lleva a las montañas de Wyoming poco después del fin de la Guerra de Secesión. El cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) se dirige al pueblo de Red Rock para ajusticiar a su compañera de viaje, la fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh). El destino hace que su diligencia se cruce con el también cazarrecompensas Marquis Warren (Samuel L. Jackson) y el renegado sureño Chris Mannix (Walton Goggins), quien ha sido elegido nuevo sheriff de Red Rock. Ante la amenaza de una gran tormenta de nieve los cuatro se refugian en la Mercería de Minnie, una amplia fonda situada entre las montañas. En ella se encuentran a otros cuatro viajeros con los que habrán de pasar el tiempo necesario hasta que la tormenta remita. Sin embargo pronto las sospechas se apoderan de Ruth, quien teme que su prisionera haya preparado algún plan de huida en colaboración con uno de los extraños. Atrapados todos juntos por la nieve, los ocho desconocidos empiezan a descubrir sus cartas para poder salir con vida y llegar a Red Rock de una pieza.

*********************************************************************************

Ficha técnica y artística

Los Odiosos Ocho (The Hateful Eight). EEUU, 2015, 167 min.

Dirección: Quentin Tarantino

Intérpretes: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh

*********************************************************************************





Crónica de El Maquinista 

   
Pulsa en la pantalla para ver el tráiler de "Los Odiosos Ocho"

sábado, 19 de marzo de 2016

Juego de Tronos: El Muro

Apuntes de JUEGO DE TRONOS: EL MURO


Aprovechando que esta semana ha aparecido el nuevo tráiler de la próxima temporada de "Juego de Tronos", vamos a inaugurar una nueva sección que sirva para englobar apuntes más detallados sobre temas relacionados con lo que aquí tratamos generalmente: el Cine y la ficción audiovisual. Hoy para empezar traemos a la mesa una reflexión sobre uno de los aspectos más fascinantes de esta serie y saga literaria: el Muro.

Antecedentes

 

El Muro es sin duda uno de los símbolos más representativos de la saga "Canción de Hielo y Fuego". Esta colosal muralla de piedra y hielo evoca el lado más fantástico de la obra, allí donde convergen la leyenda y la historia desde hace milenios. Y es también la frontera física y psicológica de los Siete Reinos. Su poder evocador lleva a la mente del espectador aquellas barreras míticas de la Historia, como el Muro de Adriano o el Rin, que separaban la civilización de los bárbaros, lo conocido de lo desconocido. Y lo que se desconoce infunde temor en el hombre. George R. R. Martin habría de inspirarse en ellas para construir un mundo que nos resulta familiar y a la vez lejano, porque no deja de ser una Europa medieval poblada de elementos sobrenaturales. Para comprender plenamente el significado de esta construcción, conviene bucear en la propia historia de Poniente, donde se nos cuenta (sobre todo en los libros, no en la serie), que hace milenios las dos razas que habitaban el continente, los Hijos del Bosque y los Primeros Hombres, tuvieron que hacer frente a una temible invasión de criaturas procedentes de los confines septentrionales: los Caminantes Blancos. Con ellos llegó la oscuridad, el frío y una guerra prácticamente imposible de ganar. Pero gracias a la unión de fuerzas se consiguió derrotar finalmente al invasor y se erigió el Muro para defenderse en el futuro. Una protección no solo física, sino también mágica, aunque su verdadero legado se haya perdido a través del tiempo. Tras miles de años, la memoria de los hombres ha convertido los hechos en cuentos para niños. La Guardia de la Noche, la importante orden militar cuyo fin era vigilar y cuidar la muralla, no es más que una sombra de lo que fue. Pero lo peor de todo es que Poniente ha olvidado para qué fue construido el Muro. No para defenderse de los hombres del otro lado, llamados salvajes, sino para servir de escudo cuando llegase la hora de una nueva invasión. Y ese día ha llegado. Los Otros han emergido de las tierras heladas una vez más.

La guerra de los Stark

 

Son multitud los personajes y tramas que pueblan esta gran novela río, y por ende la serie. "Juego de Tronos" es una magnífica combinación de épica medieval y fantasía, donde los elementos mágicos son suministrados con cuentagotas y tan solo son percibidos como los restos de una época remota. Los Stark participan en numerosas tramas, pero hay dos personajes que son clave en la vertiente fantástica del relato, aquella que entronca directamente con la historia del Muro y la guerra que está por venir. Decimos que está por venir porque ahora mismo tanto los espectadores como los lectores hemos llegado al mismo punto de la historia. Hasta que la nueva temporada no vea la luz y George R.R. Martin no termine el próximo libro, "Vientos de Invierno", lo único que podemos hacer es especular. Pero eso sí, con fundamento y cargados de razones. 

El Tullido

 

En la confrontación con las hordas de los no-muertos y los Caminantes Blancos un papel central va a recaer en Bran Stark, el pequeño muchacho de las piernas inmóviles. La historia de Bran es probablemente la más peculiar de la saga y no es casual que gane muchos enteros en los libros con respecto a la televisión. Esto es debido a que los sueños, las visiones y los pensamientos internos forman parte esencial de su trama, lo que dificulta enormemente plasmarlo en un medio tan dinámico como la televisión, donde se necesita rapidez. Los libros tienen  por el contrario una estructura narrativa que permite sumergirse de lleno en ese mundo en el que el joven Stark habla en sueños con el cuervo de tres ojos, donde cambia la piel por la de su lobo, donde bucea en sus pensamientos. Bran es un tullido, un marginado que abandona las ruinas de su hogar para marchar en dirección al Muro y más allá guiado solamente por lo que le dictan sus sueños. Tras el descubrimiento que hace bajo el enorme arciano norteño, podemos estar seguros de que a través de Bran habremos de ver y oír lugares y épocas remotas gracias a los árboles y los demás seres vivos. Será los ojos y los oídos de su hermano Jon y el enlace temporal con aquél pasado donde puede esconderse la clave de la victoria. Bran Stark no volverá a andar jamás, pero podrá volar.

El Bastardo 

 
Si Bran Stark va a ser un héroe más psicológico que físico, su hermano bastardo Jon Nieve está destinado por el contrario a desempeñar un papel bien visible en la guerra contra los Caminantes Blancos. Y eso que hasta ahora Jon ha estado viviendo en los bordes de la marginación, tanto por su condición oficial de hijo no  legítimo en Invernalia como por la propia naturaleza de anonimato que impera en el Muro. Su unión a la Guardia de la Noche ha sido el nexo que ha permitido al lector conocer los pormenores de esa institución decadente que resiste con un puñado de hombres el paso del tiempo y que ya no recuerda siquiera quién es su verdadero enemigo. El misterio que envuelve a las tierras de más allá del Muro va revelándose por capas como una cebolla y Jon está ahí para mostrarlo junto a su inseparable lobo huargo Fantasma. Ahora que yace inerte sobre la nieve del Castillo Negro (era un comandante destinado a ser breve) muchos asumen que está muerto. Efectivamente. Pero en un mundo en el que los viejos poderes durmientes de la magia comienzan a despertarse, podemos estar seguros de que Jon volverá a levantarse gracias a la sacerdotisa roja Melissandre. Y que habrá de comandar la lucha que está por venir seguido por el Pueblo Libre y probablemente por las tropas del Norte fieles a la Casa Stark. Y ese es otro tema. Porque pronto habremos de ver confirmada la teoría más popular de la saga, aquella que remite a los progenitores de Jon mediante la ecuación R+L=J. A buen entendedor, sobran las palabras. 

Conclusión

 

No podemos saber los caminos que tomarán la serie y la novela, tan solo intuirlos. Ambas se resentirán de las cuestionables decisiones tomadas por George R. R. Martin a partir de "Tormenta de Espadas" y que tanto han lastrado e hipotecado las tramas principales. A pesar de ello creo que el hilo vertebrador de la historia resistirá. El que podamos ver una resolución coherente y satisfactoria a la historia del Muro es algo que habrá que esperar. Eso sí, la ilusión de los seguidores seguirá permaneciendo hasta entonces fuerte como el acero valyrio.

viernes, 1 de enero de 2016

La Balada de Narayama

Comentario de LA BALADA DE NARAYAMA















Japón es un país hacia el que tengo sentimientos encontrados. Me fascina su cultura tradicional, el ritual del té, los samurais, la caligrafía, el sintoísmo y sus bosques sagrados. Aborrezco su pervertido sentido del honor, el mal uso de las tecnologías, lo introvertidos que son y, sobre todo, el que no tengan sillas. Sin embargo, aunque parezcan muy diferentes a primera vista, los nipones son muy parecidos al resto de personas si se escarba un poco. Hoy traemos al blog una pequeña joya que retrata justamente esa vida a ras de suelo basada en la subsistencia, tan semejante en unas y otras latitudes. "La Balada de Narayama" es una de las obras más conocidas de Shohei Imamura, uno de los más destacados representantes de la Nueva Ola japonesa que surgió en la era post-Kurosawa. Imamura se alzaría en 1983 con la Palma de Oro de Cannes gracias a esta historia de campesinos, galardón que repetiría en 1997 con su largometraje "La Anguila" (que a mi no me gustó mucho la verdad). La cinta de la que hoy hablamos se basa en una novela homónima y ya contó con una primera adaptación cinematográfica a finales de los años 50. Parece haber consenso cinéfilo en señalar que la mejor versión es la de Imamura. El retrato de la sociedad nipona más humilde, perdida en los poblados de las montañas, le sirve al realizador japonés para mostrar su modo de vida, sus alegrías y sus miserias. E incluso algunos elementos bastante surrealistas que por mi podría habérselos ahorrado. Pero cuando uno se interna en el cine nipón ha de estar preparado para ese tipo de sorpresas. A pesar de ello creo que vale la pena, así que anímense.

"La Balada de Narayama" tiene lugar en una aldea de una región montañosa de Japón. La sociedad está estructurada en clanes familiares y es básicamente agrícola y muy rudimentaria. La familia protagonista está formada por Tatsuhei (Ken Ogata), sus dos hijos y su hermano menor. Además está su madre Orin (Sumiko Sakamoto), la matriarca del clan, que cuenta con 69 años. A pesar de gozar de una salud de hierro, Orin afronta con preocupación el futuro inmediato, ya que según la tradición de la aldea todos los ancianos deben ser llevados a lo alto del monte Narayama al cumplir los 70 años para morir allí. Aunque se trate de una costumbre cruel, Orin tiene asumido desde el principio que ese es su destino. Lo que de verdad le preocupa es dejar todos los cabos atados antes de partir para que su familia afronte el futuro en las mejores condiciones posibles. Hace falta considerar las bocas que alimentar, las personas en edad de trabajar y la descendencia. Así es la vida a los pies del Narayama.

*********************************************************************************

Ficha técnica y artística

La Balada de Narayama (The Ballad of Narayama). Japón, 1983, 130 min.

Dirección: Shohei Imamura

Intérpretes: Ken Ogata. Sumiko Sakamoto, Shoichi Ozawa

*********************************************************************************




Crónica de Atticus Finch   

Pulsa en la pantalla para ver una escena de "La Balada de Narayama"