domingo, 29 de mayo de 2011

El Hundimiento

Comentario de EL HUNDIMIENTO


Hasta hace apenas una década los más destacados autores de la cinematografía germana conocidos por estas tierras se remontaban a genios clásicos como Fritz Lang ("Metrópolis") o Ernest Lubitsch ("Ser o No Ser") y a la famosa corriente del expresionismo alemán de los años 20 ("El Gabinete del Doctor Caligari"). Hubo que esperar, salvo casos aislados, a que llegara la generación de los años 70-80 comandada por Wim Wenders ("El Cielo Sobre Berlín", "Paris, Texas") y Werner Herzog ("Aguirre, la Cólera de Dios") para volver a oír sobre el cine alemán. Afortunadamente a comienzos de este siglo ha llegado una nueva ola de interesantes directores con películas excelentes bajo el brazo: "Good Bye Lenin !", "La Vida de los Otros" y "El Hundimiento" son buenos ejemplos de ello. El realizador de esta última, Oliver Hirschbiegel, ya se había fogueado en la televisión de su país rodando capítulos de la serie canino-policiaca "Rex" (la del pastor alemán detective) para dar posteriormente el salto al cine con "El Experimento", que tuvo una notable aceptación, y el largometraje hoy comentado dedicado a la figura de uno de los mayores villanos surgidos de la raza humana, Adolf Hitler.

Y es que "El Hundimiento" no es más que el sobresaliente y estremecedor relato de la caída a los infiernos del Führer y de todo el aparato del régimen nazi en las postrimerías de la II Guerra Mundial. Situados ya en 1945, con la guerra perdida, Hitler se ha recluido en su gran búnker subterráneo de la Cancillería mientras las tropas rusas se encuentran a las puertas de Berlín. Dentro de su escondite, el líder del Reich entra en una espiral de creciente locura ordenando a sus generales movilizar a ejércitos inexistentes y obligando a resistir el ataque soviético hasta el final, a pesar de que su propia guarida está ya siendo alcanzada por la imparable artillería rusa. Sus colaboradores presienten el abismo al que se acercan mientras asisten estupefactos al desmoronamiento del nacionalsocialismo. Por su parte, al otro lado de los muros de hormigón, la población berlinesa se ve abocada al hambre, el frío y la miseria como simples mortales en el auténtico drama wagneriano que se ha desatado sobre la capital alemana y que toca a su fin.

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Ficha técnica y artística

El Hundimiento (Der Untergang). Alemania, 2004, 155 min.

Dirección: Oliver Hirschbiegel

Intérpretes: Bruno Ganz, Alexandra Maria Lara, Ulrich Matthes

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Crónica de El Maquinista




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sábado, 21 de mayo de 2011

La Ley del Silencio

Comentario de LA LEY DEL SILENCIO


A la hora de evaluar la calidad de la obra de un artista en ocasiones hace su aparición algún notorio pasaje oscuro de su vida que ensombrece y distorsiona la opinión sobre su legado. En el caso del cine un ejemplo claro es el de Elia Kazan, uno de los directores norteamericanos más importantes de la década de los 50 y 60, cuyo recuerdo siempre suele ir unido a su participación en la infausta caza de brujas que sacudió Hollywood a comienzos de los años cincuenta. Dentro de las numerosas personalidades cinematográficas que fueron requeridas a testificar en el Comité de Actividades Antiamericanas a instancias del demencial senador McCarthy, Kazan fue uno de los que dio nombres de profesionales que presuntamente simpatizaban con ideas comunistas. En realidad, una mera y brutal purga que condenó al ostracismo a decenas de guionistas, directores y demás trabajadores de la industria. Sin embargo no se puede defenestrar directamente a Kazan sin conocer exactamente la situación que le llevó a cometer ese fatal error, si él mismo sufrió presiones o amenazas para delatar a compañeros. Lo que sí conviene siempre es mantener al margen de la polémica su producción cinematográfica, llena de títulos clave como sus tres colaboraciones con Marlon Brando: "Un Tranvía llamado Deseo" (1951), "Viva Zapata" (1952) y "La Ley del Silencio" (1954). A estos largometrajes se puede añadir la primera aparición de James Dean en "Al Este del Edén" (1955) o las aplaudidas "Río Salvaje" (1960) y "Esplendor en la Hierba" (1961).

No parece de todas formas casual que el tema principal de "La Ley del Silencio" sea la traición y posterior redención a través del personaje de Brando, un humilde estibador que trabaja en los muelles de Nueva York. El negocio en el puerto está controlado por mafiosos que revisan el cupo de trabajadores, las ganancias y que no dudan en recurrir al chantaje o la violencia para sus fines. Terry Malloy (Brando) actúa como topo de la mafia para salvar su propio pellejo hasta que un día contribuye a liquidar al hermano de Edie (Eva Marie Saint), una muchacha por la que Terry comienza a sentirse atraído a la vez que la culpa y los remordimientos van haciendo mella en su interior. Poco a poco, con la ayuda del párroco del barrio (Karl Malden), Terry decidirá plantar cara a los criminales e iniciar una revuelta laboral contra ellos para barrer del mapa a la infame ley del silencio que impera por doquier.

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Ficha técnica y artística

La Ley del Silencio (On the Waterfront). EEUU, 1954, 108 min.

Director: Elia Kazan

Intérpretes: Marlon Brando, Eva Marie-Saint, Karl Malden

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Crónica de Atticus Finch



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sábado, 14 de mayo de 2011

American Beauty

Comentario de AMERICAN BEAUTY


Tras acumular durante años una amplia experiencia como director teatral en los escenarios británicos, Sam Mendes dio el salto a la industria cinematográfica en 1999 con una de las óperas primas más aplaudidas del cine reciente, la sobresaliente "American Beauty". Tras este éxito Mendes volvería a acertar con su segundo trabajo, "Camino a la Perdición" (2002), adaptación de una novela gráfica sobre mafiosos irlandeses en los años 30, que contaría para la ocasión con unos excepcionales Paul Newman y Tom Hanks en los papeles principales. Las siguientes obras del realizador inglés no han tenido sin embargo la misma repercusión, como la fallida cinta bélica "Jarhead" (2005), "Revolutionary Road" (2008) y la reciente "Un Lugar Donde Quedarse" (2009). A pesar de ello Mendes cuenta con las credenciales suficientes como para volver a ofrecer en cualquier momento un nuevo largometraje de gran calidad, aunque lo próximo que vayamos a ver dirigido por él sea la nueva entrega de la saga del espía británico por antonomasia, James Bond.

"American Beauty" supone un viaje al corazón de las tinieblas del sueño americano a través de los ojos de Lester (Kevin Spacey), un frustrado padre de familia que ve toda su vida como una monótona y gris representación de marionetas oxidadas. Junto a su mujer (Annete Bening) y su hija adolescente (Thora Birch) forman una familia más en el típico barrio residencial de clase media en el que viven, un auténtico microcosmos repleto de apariencias y convencionalismos que intentan tapar las realidades que se esconden en el interior de cada casa. La cámara de Mendes se abre paso a través de toda esa maraña para husmear en las glorias y miserias de estas personas mientras el insatisfecho Lester intenta desesperadamente dar un cambio a su rutina para volver a sentirse vivo. Una película en definitiva excelente, desde la dirección al guión pasando por un elenco interpretativo de primera.

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Ficha técnica y artística

American Beauty. EEUU, 1999, 122 min.

Dirección: Sam Mendes

Intérpretes: Kevin Spacey, Annete Bening, Thora Birch

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Crónica de El Maquinista




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viernes, 6 de mayo de 2011

Escenas para Recordar

Comentario de ESCENAS PARA RECORDAR


Sin que sirva de precedente hoy este humilde cronista sale a la palestra para dedicar una entrada a una serie de escenas en respuesta a un amistoso desafío cinematográfico que me ha propuesto mi colega bloguero Piru (Cine: bélico, western, negro). El juego consiste en elegir una serie de escenas de películas para las diferentes categorías que me ha planteado. Mis elecciones no las considero ni mucho menos las mejores, primero porque no creo que se deba utilizar este adjetivo en el mundo del cine (ni en casi nada) y en segundo lugar porque hay tantos títulos a elegir que es imposible hacer una lista justa. Sin embargo los largometrajes que menciono sí que me parecen excelentes en sus categorías, así que allá vamos y espero que os gusten.

- Escena más graciosa: El humor que inunda "EL GRAN LEBOWSKI" (Hermanos Coen, 1998) es sin duda un humor negro y especial, lleno de un buen puñado de escenas kafkianas y delirantes, como es aquella en la que El Nota (Jeff Bridges) y su amigo Walter (John Goodman) improvisan en el coche un plan para cambiar el dinero del rescate que deben entregar por la ropa sucia de éste último. Surrealista.

- Escena más alegre: Aunque la película sea melancólica y aventurera, hay en "DOS HOMBRES Y UN DESTINO" (George Roy Hill, 1969) una preciosa escena en la que Paul Newman y Katharine Ross van juntos en bicicleta al ritmo de "Raindrops Keep Fallin' on My Head" que es sencillamente alegría pura de vivir.

- Escena más triste: La soledad más absoluta en un pueblo perdido de Tejas se refleja de forma demoledora pero impecable en el momento en el que el joven interpretado por Timothy Bottoms pierde a su amigo atropellado por un camión en la obra maestra de Peter Bogdanovich "LA ÚLTIMA PELÍCULA" (1971).

- Escena más agridulce: A medio camino entre la tragedia y la comedia se sitúa el dilema de Nino Manfredi de presentarse a las oposiciones a verdugo empujado por la necesidad y la presión de su suegro Pepe Isbert. Es la España mísera pero digna radiografiada con virtuosismo por Luis García Berlanga en "EL VERDUGO" (1963).

- Escena más rara: Las hay todavía más confusas, pero "MULHOLLAND DRIVE" (David Lynch, 2001) es un perfecto exponente de casi todo el cine de Lynch, raro en sí mismo.

- Escena más perturbadora: Cuando Bruce Willis descubre al final de "DOCE MONOS" (Terry Gilliam, 1995) que sus sueños en el presente antes de viajar en el tiempo son recuerdos de su pasado y que sus acciones están desencadenando los acontecimientos futuros que en teoría tenía que evitar, entonces todo tiene un perfecto y perturbador sentido. Casi tanto como el monolito de Stanley Kubrick y su odisea espacial.

- Escena de más suspense: El primer encuentro entre Jodie Foster y Anthony Hopkins en "EL SILENCIO DE LOS CORDEROS" (Jonathan Demme, 1991) en un oscuro pasillo de la prisión de máxima seguridad pone en vilo incluso a los ladrillos de las paredes.

- Escena más aterradora: Al pequeño hijo de Jack Nicholson en "EL RESPLANDOR" (Stanley Kubrick, 1980) le gusta recorrer las desiertas e inquietantes salas del hotel en su triciclo mientras la cámara le sigue a sus espaldas, por lo que nunca se sabe quién o qué puede aparecer al doblar la siguiente esquina.

- Escena más romántica: Aunque para los más ortodoxos no sea romántica al uso, la deliciosa escena de patinaje entre Natalie Portman y Thimothy Hutton en "BEAUTIFUL GIRLS" (Ted Demme, 1996) es el perfecto ejemplo del amor platónico e inalcanzable.

- Escena con mejor diálogo: No me entusiasma mucho "PULP FICTION" (Quentin Tarantino, 1994), pero he de reconocer que la conversación en la cafetería entre John Travolta y Samuel L. Jackson sobre los huevos con bacon y los animales poco higiénicos es una proeza de ingenio.

- Mejor escena sin diálogo: En "EL ESPÍRITU DE LA COLMENA" (Víctor Erice, 1973), una pequeña Ana Torrent desayuna junto a su padre Fernando Fernán Gómez mientras este observa en silencio su reloj, el cual ha aparecido en el bolsillo de un fugitivo abatido la noche anterior por la Guardia Civil. El cómo llegó allí lo empieza a entender cuando su mirada se cruza con la de su hija, sin que una sola palabra salga de sus bocas.

- Escena con mejor pelea: La lucha a espadas entre el maestro Chow Yun-Fat y la aprendiz Zhang Ziyi encaramados a las copas de los árboles de un bosque de bambú en la sobresaliente aventura que es "TIGRE Y DRAGÓN" (Ang Lee, 2000). Épica y lirismo fundidos en el mismo combate.

- Mejor escena musical: No soy un gran aficionado al género musical, así que mi margen de maniobra no es muy amplio. Elijo a Gene Kelly aguantando el chaparrón paraguas en mano en "CANTANDO BAJO LA LLUVIA" (Stanley Donen & Gene Kelly, 1952). Por cierto que según tengo entendido después de filmar la escena agarró un constipado impresionante, lo que le hace ganar puntos.

- Mejor escena de baile: Aunque a los puristas pueda no gustarles me quedo con el precioso y entrañable baile español entre Buzz Lightyear y Jesse al final de la excepcional "TOY STORY 3" (Lee Unkrich, 2010), al ritmo de "Hay un amigo en mi" cantado por los Gipsy Kings.

- Mejor discurso: Cuando Gregory Peck se levanta para hablar en el juicio en defensa del campesino negro acusado asistimos a una clase magistral de humanismo, coherencia y razón. Es su personaje clave, el paradigma del hombre bueno llamado Atticus Finch, en la obra maestra de Robert Mulligan "MATAR A UN RUISEÑOR" (1962).

- Mejor comienzo: La cámara de Orson Welles va adentrando magistralmente al espectador desde la siniestra puerta de entrada a la mansión Xanadú hasta la habitación donde los labios de Charles Foster Kane emiten el enigmático Rosebud en "CIUDADANO KANE" (Orson Welles, 1941).

- Mejor muerte: La llegada de la muerte nunca se puede considerar algo bueno en sí mismo, pero sí la forma de filmarlo. Elijo la melancólica y emocionante muerte de James Caviezel en la batalla de Guadalcanal cuando se ve rodeado de soldados japoneses que le gritan que se rinda. Primer plano del hombre que libra su propia guerra, intento de levantar el fusil y tiro que le atraviesa, fundido a negro y vuelta al paraíso de las aguas claras nadando entre niños. Es la obra maestra de Terrence Malick "LA DELGADA LÍNEA ROJA" (1998).

- Mejor clímax: El final del duelo a espadas láser entre Darth Vader y Luke Skywalker en "EL IMPERIO CONTRAATACA" (Irvin Keshner, 1980), con unos diálogos demoledores y certeros. La lucha de los dos lados de la Fuerza, el bien contra el mal, hecha cine.

- Mejor final: Cuando Humphrey Bogart ve finalmete despegar el avión de su querida Ingrid Bergman descubre que en el fondo es un sentimental y que ese puede ser el comienzo de una gran amistad con Claude Rains, en "CASABLANCA" (Michael Curtiz, 1942).

-Escena que nunca debió ser filmada: Podría haber elegido unas cuantas de David Cronenberg cuando al director canadiense le gustaba hacer productos dignos de serie Z, pero creo que lo mejor es que las escenas que no debieron ser rodadas se queden olvidadas en el pozo y no las mencionemos. Ese será su castigo.

- Mejor escena: Cuando Clint Eastwood empuña su viejo fusil y entra al saloon en busca de venganza acompañado por el sonido del trueno en "SIN PERDÓN" (Clint Eastwood, 1992), vemos en todo su esplendor las luces y las sombras del ser humano, los recovecos y las cicatrices que forjan la personalidad de un héroe y un villano. Para quitarse el sombrero, nunca mejor dicho.

Estas han sido mis elecciones, espero que os haya gustado la entrada y que hagáis todos los comentarios que se os ocurran. Me ha llevado bastante tiempo y trabajo escribir estas líneas. El próximo fin de semana volveremos al formato habitual con el comentario de una nueva y estupenda película. Hasta entonces.


Meditado por El Bueno de Cuttlas