sábado, 25 de mayo de 2013

El Padrino, Parte III

Comentario de EL PADRINO, PARTE III

Como bien describe Peter Biskind en su estupendo libro "Moteros Tranquilos, Toros Salvajes", la generación del Nuevo Hollywood que puso patas arriba el panorama cinematográfico de los años 70 tuvo como líder indiscutible a un señor barbudo llamado Francis Ford Coppola. Efectivamente, la pandilla de nuevos directores formada por Lucas, Scorsese, Bogdanovich, Friedkin y compañía tenía en el bueno de Francis a su guía espiritual en su cruzada contra los grandes estudios por conseguir la tan anhelada libertad creativa. Coppola ejerció su papel de apuesto y carismático líder con sumo gusto y además de ser el principal impulsor de las iniciativas del Nuevo Hollywood consiguió también encadenar una serie de trabajos excepcionales en el apartado artístico. De hecho, su nombre está hoy escrito en la historia del cine básicamente por las tres obras maestras que dirigió en esa década prodigiosa:  "El Padrino" (1972), "El Padrino II" (1974) y "Apocalypse Now" (1979). A éstas se le debe añadir "La Conversación" (1974), una apuesta arriesgada con Gene Hackman en el papel de experto en escuchas que a la crítica le gusta mucho pero que a un servidor no le entusiasmó demasiado. Tras estos años deslumbrantes apena ver el declive del cineasta que se arruinó económicamente con el desastre de "Corazonada" (1982) y que de paso se llevó por delante prácticamente toda la infraestructura de producción independiente que el Nuevo Hollywood había intentado poner en pie durante diez años. Comenzaban así los años 80, donde el cine de autor norteamericano se extinguiría y una generación entera se truncaba, dejando hasta nuestros días solo a algunos supervivientes como Scorsese o Spielberg. La era de las hombreras y los sintetizadores había llegado.

Para pagar sus deudas, Coppola se involucraría desde entonces en numerosos proyectos de encargo, algo que por otro lado no ha impedido que de vez en cuando ruede propuestas innovadoras como "La Ley de la Calle" o su particular visión de "Drácula" (1992). Probablemente su mayor intento por volver a ser aquél cineasta mítico tuvo lugar en 1990, cuando decide llevar a la gran pantalla la tercera parte de la saga de "El Padrino". Junto a Mario Puzo escribe un guión que relata el crepúsculo de Michael Corleone y consigue crear una película que sin llegar al nivel de sus predecesoras es desde luego una cinta sobresaliente. No obstante, desde el cambio de siglo parece que el señor Coppola ha abandonado la idea de decir algo más en el cine y se concentra más en sus viñedos del valle californiano de Napa. De todas formas gracias por todo maestro.

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Ficha técnica y artística

El Padrino, Parte III. The Godfather, Part III. EEUU, 1990, 165 min.

Dirección: Francis Ford Coppola

Intérpretes: Al Pacino, Andy Garcia, Diane Keaton

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Crónica de El Maquinista


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domingo, 12 de mayo de 2013

Teléfono Rojo

Comentario de TELÉFONO ROJO


En otoño de 1962 tuvo lugar la Crisis de los Misiles de Cuba, el que es considerado como el incidente directo más grave entre los Estados Unidos y la Unión Soviética durante la época de la Guerra Fría. Aunque los dirigentes de ambas superpotencias, John Kennedy y Nikita Kruschev, maniobraron desde un primer momento para alejar el fantasma de la declaración de guerra, la amenaza de un enfrentamiento con arsenal atómico planeó durante las dos semanas que duró la crisis. Que se sepa públicamente es lo más cerca que ha estado el mundo de una guerra nuclear a gran escala que hubiera arrasado con seguridad el planeta. El profundo impacto que causó este suceso en la sociedad occidental hizo que a lo largo de la década de los 60 se tomara una mayor consciencia del riesgo que suponía para la raza humana la existencia de miles de cabezas nucleares aguardando pacientemente a ser utilizadas llegado el caso. Menos de dos años depués, en 1964, se estrenaron dos míticas películas inspiradas en la reciente amenaza de la guerra atómica, aunque ambas no puedan ser más diferentes en fondo y forma. Por un lado el maestro Sidney Lumet ("Doce Hombres sin Piedad", "Network") estrenaría "Punto Límite", un drama de estilo casi documental que enfrentaba al presidente de los EEUU (Henry Fonda) a un enfrentamiento nuclear inminente contra la URSS. Por el otro lado el gran Stanley Kubrick, que pese a su juventud ya había rodado dos obras maestras ("Senderos de Gloria" y "Espartaco") llevaría a la gran pantalla una de las comedias negras más corrosivas de todos los tiempos con "Teléfono Rojo (Volamos Hacia Moscú)", la crónica de cómo se puede desencadenar una catástrofe universal por culpa de un puñado de chiflados.

"Teléfono Rojo" cuenta la amenaza del desencadenamiento de una guerra nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. El paranoico general Ripper de las fuerzas áreas norteamericanas cree haber descubierto una conspiración comunista para fluorizar el agua del país, contaminando de esta manera los hogares estadounidenses. Por ello decide ordenar a su escuadra de combate que despegue y ataque la URSS con bombas atómicas, a pesar de que no cuenta con la necesaria aprobación del presidente Muffley (Peter Sellers). Cuando el gobierno de Washington descubre el demencial plan de Ripper decide aislarse en un búnquer subterráneo y contactar con los rusos para intentar evitar la catástrofe. La URSS posée un dispositivo de misiles llamado Juicio Final que se activaría automáticamente en caso de que su territorio fuera atacado, asegurando así la destrucción de la Humanidad. El ejército estadounidense ataca la base área de Ripper para capturarlo mientras idea a la vez un plan para localizar y derribar a sus aviones de combate que vuelan hacia la URSS con las bombas. Mientras, la cúpula del gobierno es asesorada por el belicoso general Turgidson (George C. Scott) y el ex-científico nazi Dr. Strangelove (Peter Sellers de nuevo) sobre las estrategias a seguir si el holocausto nuclear se hace inevitable.

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Ficha técnica y artística

Teléfono Rojo (Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love de Bomb). Reino Unido, 1964, 93 min.

Dirección: Stanley Kubrick

Intérpretes: Peter Sellers, George C. Scott, Sterling Hayden

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Crónica de Atticus Finch


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sábado, 4 de mayo de 2013

Beginners

Comentario de BEGINNERS









 
 
 
 

Las relaciones familiares y en especial la relación paterno-filial es un tema de gran profundidad emocional dado el papel vital que desempeña en la vida del ser humano y en la de buena parte de otras especies de la Tierra. Los vínculos establecidos entre padres e hijos son tan inexplicables como nuestra propia existencia en el Cosmos. El cine, como reflejo de la vida de los hombres, ha trasladado a la pantalla en numerosas ocasiones este vínculo universal desde ángulos tan diferentes como los existentes en la propia condición humana: el padre como guía y referente moral ("Matar a un Ruiseñor", 1962), la incomprensión mutua ("Al Este del Edén", 1955), el redescubrimiento de la figura paterna ("Big Fish", 2003) o la fascinación por su pasado ("El Sur", 1983). Otras muchas obras, sin tenerlo como eje central del relato, sí que están entroncadas fuertemente con el tema: "El Padrino" (la lealtad familiar a ultranza), "El Imperio Contraataca" (la redención del padre a través del hijo), "Ran" (la traición de la descendencia), etc. Tan solo hay que buscar un enfoque y ahí aguardará un título dispuesto a ser visionado.

"Beginners" narra el pulso vital de un joven profesional de Los Angeles llamado Oliver (Ewan McGregor) a través de la relación con su padre Hal (Christopher Plummer) y con Anna (Mélanie Laurent), una chica francesa de la que se enamora. La cinta está estructurada en dos tiempos narrativos que se entrelazan para mostrar la repercusión de una relación sobre la otra. Oliver conoce a Anna en una fiesta de disfraces algunos meses después de la muerte de su padre. Éste le había confesado poco tiempo atrás, tras quedar viudo, que era homosexual. El impacto de esa revelación y la nueva faceta vital de su padre harían que Oliver se replanteara y asimilara el papel que su madre y él mismo habían desempeñado en la anterior vida de su progenitor. Y comenzaría así una relación más sincera entre ambos que se intensificaría cuando Oliver ha de cuidar de él tras detectársele una enfermedad terminal. Tras la muerte de su padre la huella de todas esas emociones han llevado a Oliver a un estado de confusión del que Anna parece que puede sacarle, pero para ello hará falta un camino de descubrimiento mutuo y la aceptación de un buen número de sentimientos que permanecen soterrados.

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Ficha técnica y artística

Beginners. EEUU, 2010, 105 min.

Dirección: Mike Mills

Intérpretes: Ewan McGregor, Christopher Plummer, Mélanie Laurent

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Crónica de El Maquinista
 
 
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