domingo, 2 de junio de 2013

Dos Mulas y Una Mujer

Comentario de DOS MULAS Y UNA MUJER


Al comenzar la década de los setenta Clint Eastwood estaba despuntando como estrella en los Estados Unidos. La magistral Trilogía del Dólar que había rodado en España a las órdenes de Sergio Leone (1964-1966) le permitió hacerse un hueco en unas cuantas buenas películas durante los años siguientes: "La Leyenda de la Ciudad Sin Nombre" (1969), "Los Violentos de Kelly" (1970) hasta que en 1971 se produjo el punto de inflexión de la mano de Don Siegel con "Harry el Sucio" (1971). Eastwood mantendría una fructífera relación con Siegel rodando "El Seductor" (1971) y "Fuga de Alcatraz" (1979) pero ambos ya se habían encontrado anteriormente en la estupenda "Dos Mulas y Una Mujer" (1970), donde Eastwood hace una especie de derivación de su personaje de pistolero de las cintas de Leone. Si en éstas su registro actoral se basaba en una dureza de granito, en la que hoy nos ocupa nos encontramos con algo más parecido a la piedra pómez. El cambio lo produce básicamente la interacción con la encantadora Shirley MacLaine y la ausencia del mítico poncho que Eastwood llevó en "Por Un Puñado de Dólares", "La Muerte Tenía un Precio" y "El Bueno, el Feo y el Malo". El mencionado poncho, objeto de culto para muchos de nosotros, lo compró el propio actor en Madrid y no lo lavó en ninguno de los tres rodajes en Almería. Suponemos que en esos tres años la mugre que pudo acumular el poncho es indescriptible, lo cual nos hace pensar que la señorita MacLane presionó para que Eastwood lo dejara esta vez guardado en el baúl.

"Dos Mulas y Una Mujer", elocuente título donde los haya, relata el viaje que emprenden por Méjico un mercenario yankee llamado Hogan (Eastwood) y la hermana Sara (MacLane). Ambos se conocen en mitad del desierto cuando Hogan acaba con unos bandidos que estaban atacando a la monja. Son tiempos de guerra civil entre los milicianos juaristas y las tropas francesas que apoyan al emperador Maximiliano (uno de los episodios históricos más kafkianos del país). La hermana Sara está colaborando clandestinamente con los sublevados mejicanos y pide al pistolero que la acompañe hasta su destino. Para desgracia de sus oponentes, Hogan acepta a regañadientes aunque secretamente fascinado por la belleza y personalidad de la monja. Como nota personal decir que en esta película Eastwood utiliza la dinamita a diestro y siniestro de una manera parecida a la de los pajes que reparten caramelos en la cabalgata de Reyes. Un disfrute asegurado.

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Ficha técnica y artística

Dos Mulas y Una Mujer (Two Mules for Sister Sara). EEUU, 1970, 105 min.

Dirección: Don Siegel

Intérpretes: Clint Eastwood, Shirley MacLane, Manolo Fábregas

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Crónica de Atticus Finch


Pulsa en la pantalla para ver una escena de "Dos Mulas y Una Mujer"

2 comentarios:

Mila dijo...

¡Encantadora película!, y menuda mujer la "hermana" Sara. La segunda mula se va a enterar.
La he visto muchas veces,pero nunca me cansa. Él, impertérrito, como siempre, y ,cierto, sin poncho.Y hasta se baña, al final, creo.
Muy entretenida, la verdad....
¡Un saludo!

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Mila, es una de esas películas que uno puede ver decenas de veces sin aburrirse. Creo que está infravalorada (algo que le suele ocurrir a los westerns) y desde aquí la reivindico como lo que es: una estupenda cinta de aventuras con toques de comedia.

Un abrazo :-)