domingo, 5 de diciembre de 2010

La Naranja Mecánica

Comentario de LA NARANJA MECÁNICA

El año de 1968 marca probablemente un decisivo punto de inflexión en la carrera del director Stanley Kubrick, gracias al exitoso estreno de "2001, Una Odisea del Espacio". Con este largometraje Kubrick revolucionaba el género de ciencia-ficción tanto a nivel de efectos especiales como por la perspectiva adulta y compleja de su épico relato espacial. Su impacto fue tal que consagró definitivamente al realizador británico, el cual llevaba ya casi veinte años construyendo un sólida trayectoria cinematográfica con títulos tan importantes como "Senderos de Gloria" o "Espartaco". Aprovechando su nuevo estatus, Kubrick tendría la posibilidad de llevar a la gran pantalla historias tan perturbadoras y originales como la de su siguiente cinta, "La Naranja Mecánica" (1971), un trabajo que despertó grandes polémicas debido al tratamiento explícito de ciertas temáticas. A partir de este título la filmografía del director entraría en un periodo de producción más escasa, llegando a filmar sólo cinco películas más en las siguientes tres décadas: "Barry Lyndon" (1975), "El Resplandor" (1980), "La Chaqueta Metálica" (1986) y "Eyes Wide Shut" (1999).

"La Naranja Mecánica" sitúa al espectador en una Inglaterra distópica donde la sociedad ha entrado en un gran estado de decadencia moral. Alex es un joven que lidera una banda de drugos, un grupo de malas bestias cuyas diversiones consisten en practicar la llamada ultraviolencia con aquél que se cruce en su camino, asaltar viviendas y abusar sin descanso de las mujeres que encuentren en el lugar de sus fechorías. Un día, sin embargo, Alex es finalmente detenido por la policía y encarcelado. Ya en prisión es seleccionado como cobaya humana para un programa experimental del gobierno cuyo fin es acabar con los instintos violentos del ser humano a través de la Técnica Ludovico. Tras el brutal tratamiento basado en la sugestión y el condicionamiento de la propia personalidad, Alex es puesto en libertad para comprobar la eficacia del método, lo cual desencadenará una serie de acontecimientos extremos en la nueva vieja vida del muchacho.

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Ficha técnica y artística

La Naranja Mecánica (A Clockwork Orange). Reino Unido-EEUU, 1971, 136 min.

Dirección: Stanley Kubrick

Intérpretes: Malcolm McDowell, Patrick Magee, Michael Bates

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Crónica de HAL-9000

4 comentarios:

Piru dijo...

Y en verdad es buenísima e inquietante la historia que comenta Kubrick, porque se llega a un extremo en el que hay que hacer algo para cambiar la situación social que se vive. Esto no es muy lejano al presente que vivimos todos... pero se escogen medidas desproporcionadas, que en ese momento de crisis parece lo adecuado.

La crítica,no solo a los drugos sio a todala sociedad, es impactante y exquisita.
Un saludo Cutlas

El Bueno de Cuttlas dijo...

Sí, es una de esas películas que te dejan totalmente desubicado debido a la temática tan particular que trata. Además pone sobre la mesa la manipulación de la voluntad y del libre albedrío del ser humano, aunque sea en individuos tan censurables como Alex y sus drugos. Tengo ganas de leer la novela original de Anthony Burgess para sacar más conclusiones.

Un saludo Piru

Alejandro dijo...

Es una película que te pone los pelos de punta. Es dura y salvaje pero al mismo tiempo una obra de arte. Lleva al espectador por una serie de sensaciones que ninguna otra película produce y nos alerta de que la violencia puede llegar a ser algo "asimilado" por la sociedad.

Saludos madrileños.

El Bueno de Cuttlas dijo...

Es efectivamente una película difícil pero buena. Difícil porque la sociedad que retrata es aberrante y sus personajes odiosos en su mayoría. Pero buena porque tiene una calidad cinematográfica indiscutible y pone encima de la mesa unos dilemas morales de gran importancia. Si hay algo que he aprendido leyendo libros de historia es que el ser humano ha sido capaz de acostumbrarse a sistemas políticos y sociales infames, por lo que siempre debemos estar alerta para no caer en manos de los bárbaros.

Saludos