domingo, 21 de noviembre de 2010

La Dolce Vita

Comentario de LA DOLCE VITA

El director italiano Federico Fellini edificó durante más de tres décadas una sólida carrera como cineasta que le ha valido para ser recordado como uno de los realizadores europeos más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Su andadura cinematográfica comienza a finales de los años 40 en una Italia que intentaba recuperarse de las heridas causadas durante la II Guerra Mundial. Por aquél entonces surge con fuerza en este país un estilo de cine bautizado como Neorrealismo, con directores tan emblemáticos como Vittorio De Sica ("El Ladrón de Bicicletas") o Roberto Rosellini ("Roma, Ciudad Abierta"). Fellini se une a esta corriente y colabora con Rosellini en el título antes mencionado, probablemente el más significativo de este movimiento cinematográfico. A comienzos de la década de los 50 Fellini consigue dirigir ya sus propios largometrajes dentro de la órbita neorrealista, como "La Strada" o "Las Noches de Cabiria", ambas protagonizadas por la actriz Giulietta Masina. En esta época también conoce al compositor Nino Rota, con quien desarrollaría una extensa colaboración. En 1960 cambia de registro al rodar "La Dolce Vita", lo que le llevará a desarrollar un nuevo estilo mucho más personal que mantendrá en el resto de sus trabajos, como en "Fellini 8 y 1/2" (1963) o "Amarcord" (1973). Los años 60 están también marcados por los papeles que concede en sus obras al actor Marcello Mastroiani, quien ejerce en ocasiones como un alter ego del propio director.

"La Dolce Vita" sigue los pasos de Marcello (Mastroiani), un joven periodista con ínfulas de escritor que se sumerge en la vida nocturna romana en búsqueda de noticias. Siguiendo a diferentes personajes, desde estrellas de cine a ricos burgueses decadentes, Marcello se ve atrapado en una vacía existencia de divertimento fácil y pasajero mientras en su interior van tomando forma dudas y preguntas acerca de su futuro.

**************************************************

Ficha técnica y artística

La Dolce Vita. Italia, 1960, 175 min.

Dirección: Federico Fellini

Intérpretes: Marcello Mastroiani, Anita Ekberg, Anouk Aimée

**************************************************

Crónica de El Maquinista

Pulsa en la pantalla para ver una escena de "La Dolce Vita"

4 comentarios:

Mila dijo...

Me gustó mucho el cine de Fellini, digo gustó porque hace tiempo que no reviso su obra.Recuerdo especialmente la película en la que colaboró como guionista con un grande del Neorrealismo como Rosellini:"Roma, città aperta", película por la que yo tengo una especial debilidad.Y por Giulietta Masina,casada con Fellini y siempre encarnando papeles que inspiran ternura.
Pero Fellini representa la vitalidad, el gusto por la vida, la exuberancia. Y exuberante nos presentó a una Anita Ekberg que debió de quitar el hipo a más de uno y que hizo famosa la Fontana di Trevi en todo el mundo. Esta película creo que es un icono del cine italiano, todos recordamos la escena de la fuente, el gato, y aquel: ¡ Marcello, Marcello!.
Es el cine que forma parte de nuestra vida.
Un saludo.

El Bueno de Cuttlas dijo...

Sí, esta película de Fellini tiene un gran poder icónico en el mundo del cine gracias a unas cuantas escenas como la de la Fontana di Trevi. Anuncia un estilo muy personal que el cineasta desarrollaría en sus siguientes películas. Incluso "La Dolce Vita" carece mismamente de una historia bien determinada con inicio, nudo y desenlace. Sencillamente es un discurso narrativo distinto, menos explícito, pero bien elaborado y de gran fuerza.

Un saludo

Alejandro dijo...

La acabo de ver ahora mismo. Interesante manera de hacer cine. Tiene mucho fondo y detalles muy profundos en determinados momentos de la historia. Es impresionante cómo se identifican a lo largo de la película sentimientos tan variados. Personajes tan peculiares y un ambiente decadente muy bien logrado.

Es una película especial.

Saludos crack.

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Enmascarado, me alegro que te haya gustado. Creo que el cine de Fellini puede ser difícil de ver, sobre todo cuando empieza a irse excesivamente por las ramas sin contar una historia propiamente dicha. En "La Dolce Vita" bordea ese precipio a mi entender, pero nunca se excede (aunque eso discutible, claro). Por eso todavía no me encuentro preparado para atreverme con "Fellini 8 y 1/2", tiempo al tiempo.

Un saludo