miércoles, 30 de septiembre de 2009

La Muerte tenía un Precio

Comentario de LA MUERTE TENÍA UN PRECIO

Se busca a dos hombres a este lado de Río Grande. Uno es muy alto, de barba poco poblada y ojos claros. Viste poncho y atiende al nombre de "El Manco", debido a que su mano izquierda la utiliza únicamente para disparar. No es muy hablador; prefiere que sean sus pistolas las que expresen su estado de ánimo y, cuando eso ocurre, más vale que uno no esté cerca de él. El otro sujeto es un hombre algo más bajo, con ojos depredadores y nariz afilada. Viste chaqueta, pantalones y sombrero negros; se le ha visto en trenes leyendo la Biblia, lo que unido a su atuendo oscuro le ha valido el nombre de "El Predicador". Fuma en pipa, luce bigote cuidado y su rifle escupe fuego a velocidad endiablada. Estos dos cazarrecompensas son el ruido y la furia de este territorio y, combinados, producen más pavor que el trueno y el relámpago. A los criminales que osen interponerse en su camino tan sólo les espera un único destino: ser borrados de la faz de la Tierra.

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Ficha técnica y artística

La Muerte tenía un Precio. Italia-España-RFA, 1967, 132 min.

Dirección: Sergio Leone

Intérpretes: Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Gian Maria Volontè

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Crónica de Kodama

Pulsa en la pantalla para ver una escena de La Muerte tenía un Precio

1 comentario:

El Bueno de Cuttlas dijo...

"La Muerte tenía un Precio" es la segunda (y mejor) cinta de la trilogía que Sergio Leone rodó en tierras españolas, junto con "Por un Puñado de Dólares" y "El Bueno, el Feo y el Malo". Unas películas colosales, que dieron vida al llamado "spaguetti-western", y en el que un joven Clint Eastwood realizó uno de sus más recordados papeles. Secundado por un gran Lee Van Cleef, ambos dan forma a una de las piezas clave del realizador italiano, que años después firmaría filmes tan recordados como "Hasta que llegó su Hora" y "Érase una vez en Ámerica".
La banda sonora de la película que hoy nos ocupa se encuentra por derecho propio en los altares de las B.S.O gracias a la magnífica partitura compuesta por Ennio Morricone.

Película imprescindible para todo el mundo en general, y para los amantes del "Western" en particular.