El maestro del cine alemán Wim Wenders consiguió enhebrar los hilos para tejer su primera película en territorio norteamericano volviendo la mirada a un paisaje que aúlla de soledad gracias a las cuerdas de las guitarras tejanas. Los áridos riscos y las escarpadas montañas son el interior de Travis, un hombre que surge del desierto sin saber quién es pero que quiere recordar. Y a su alrededor tan sólo hay abismos.
Acogido por su hermano, la madeja del tiempo perdido ha de deshacerse para rememorar dónde estaba su hogar y dónde esta su familia. El hijo, su hijo, es el único resquicio para comprender, ese hijo adoptado por su hermano tras desaparecer la madre y evaporarse el padre, un padre que vuelve del profundo desierto, de París, Texas.
Sólo conociendo otra vez al pequeño Hunter se podrá remendar las heridas que Travis lleva marcadas por dentro. Su soledad es el lugar de donde viene y donde su alma vive. Su deber es volver a llevar juntos a la madre y al hijo, buscar a partir de los recuerdos. El silencio mueve las montañas y los ojos marchitos buscan el camino por donde seguir, la senda sinuosa que bordea Tejas y que lleva a la mujer de la mirada triste, cuya salvación es su hijo y la redención de Travis.
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Ficha técnica y artística
Ficha técnica y artística
París, Texas. Alemania-Francia, 1984. 147 min.
Dirección: Wim Wenders
Intérpretes: Harry Dean Stanton, Nastassja Kinski, Aurore Clément
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Crónica de Atticus Finch
Pulsa en la pantalla para ver una secuencia de Paris, Texas
1 comentario:
Mítica escena inicial, con una gran banda sonora además. No tenía ni idea que la música de esta película fuera de Ry Cooder, aunque debiera haberlo supuesto por el estilo de esa guitarra slide que araña al comienzo de la película. La apunto ya en mi lista de pelis para ver urgentemente.
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