sábado, 1 de diciembre de 2012

Carretera Perdida

Comentario de CARRETERA PERDIDA


Recuerdo bien el día en que me propuse ver "Carretera Perdida" hace ahora tres años. Había visto recientemente "Terciopelo Azul" (1986) y "Mulholland Drive" (2001) y como me habían gustado decidí seguir profundizando en la vertiente más personal de la filmografía de David Lynch. Sin embargo "Carretera Perdida" me resultó entonces demasiado excesiva en su estructura narrativa y tras acabar el visionado me quedé con cara de que me habían tomado el pelo vilmente (algo ya ilustrado en el lateral de este blog). Pero no fue así en realidad y eso lo demuestra el hecho de que pasado un tiempo de maduración el recuerdo que me trae hoy esta cinta es positivo, el de una historia a medio camino entre lo onírico y el surrealismo. Lynch es un maestro creando atmósferas irreales que parecen sacadas de un sueño: una habitación parcialmente iluminada, unas cortinas rojas o una conversación pueden transmitir multitud de sensaciones al espectador gracias a su hábil dirección. Ese toque mágico tan lynchiano hace que algunas de sus películas resulten fascinantes a pesar de su intrincada línea argumental, algo que también he experimentado leyendo relatos del escritor Paul Auster. Llamadas equivocadas, figuras enigmáticas, escenas oníricas, todo un universo oculto en los lugares más insospechados.

"Carretera Perdida" comienza cuando Fred (Bill Pullman), un saxofonista de Los Angeles, oye que alguien llama al timbre de su casa. Al preguntar quién es por el interfono tan solo recibe un críptico mensaje: "Dick Laurent está muerto". A partir de ese día su esposa Renée (Patricia Arquette) y él empiezan a recibir paquetes anónimos con grabaciones de la fachada de su casa e incluso del interior de la misma. Tras denunciar el caso a la policía ambos acuden una noche a la fiesta de un amigo, donde Fred conoce a un misterioso hombre que cree haber visto en sueños. La mañana siguiente llega una nueva cinta y Fred descubre que en ella aparece él asesinando a Renée, quien efectivamente es hallada sin vida en la casa. Fred es detenido y enviado a prisión. Al poco tiempo un día los guardas descubren en su celda que éste ha desaparecido y en su lugar se encuentra inexplicablemente un muchacho llamado Pete (Balthazan Getty) que no recuerda cómo ha llegado hasta allí. Al no tener cargos con él Pete es puesto en libertad y regresa a casa de sus padres, mientras dos policías le vigilan para intentar esclarecer el misterio. El muchacho trabaja en un taller mecánico y al día siguiente recibe el encargo de revisar el coche de un gángster llamado Mr. Eddy. Cuando éste vuelve a recoger el vehículo al taller Pete no puede evitar fijarse en la atractiva mujer que lo acompaña, Alice (Patricia Arquette), quien es idéntica a Renée. Sintiéndose fuertemente atraído hacia ella ambos inician una aventura a espaldas de Mr. Eddy. Y hasta aquí puedo escribir.

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Ficha técnica y artística

Carretera Perdida (Lost Highway). EEUU, 1997, 134 min.

Dirección: David Lynch

Intérpretes: Bill Pullman, Patricia Arquette, Balthazan Getty

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Crónica de El Maquinista


Pulsa en la pantalla para ver una escena de "Carretera Perdida"

8 comentarios:

Möbius el Crononauta dijo...

Uno de los clásicos de Lynch que me faltan por ver.

Enrique Hormigos dijo...

IM-PRES-CIN-DI-BLE (no me cansaré de repetirlo) la Lección Magistral de conducción en carretera que imparte Mr. Eddy a un caballerete un poco ansioso por adelantar.

Por lo demás, el tipo de películas que hay que ver de vez en cuando, especialmente cuando caigamos en la tentación de pensar que ya lo hemos visto todo.

jaal dijo...

No es santo de mi devoción este David Lynch, pero tal como cuentas la película me dan ganas de descargarla inmediatamente. La dejo en pendientes.

Saludos

El Bueno de Cuttlas dijo...

Buena Möbius, pues yo te la recomiendo la verdad. Puede que te pase como a mi y que no te convenza mucho al principio. Pero si te gusta el toque Lynch creo que con el tiempo el recuerdo será positivo. Tiene un montón de escenas muy conseguidas aunque el argumento es completamente demencial.

Saludos crononáuticos

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Enrique je je esa es mi escena preferida de la película junto a la que he puesto en el clip de video (una auténtica maravilla al ritmo de "This Magic Moment" de Lou Reed).

La clase magistral de Mr. Eddy se debería visionar en todas las autoescuelas. Aquí está:

http://www.youtube.com/watch?v=PmFrq4VCSmQ

Efectivamente es una película para salir de los cauces más transitados del cine. Una cinta de Lynch de vez en cuando no hace daño (menos "Inland Empire" que tiene pinta de ser tremebunda)

¡Un saludo!

El Bueno de Cuttlas dijo...

Buenas Jaal, pues me alegro haberte metido el gusanillo. No es la peli de mi vida pero en esta bitácora siempre intento tocar distintos palos. Cintas de todas las épocas, países y estilos. Menos musicales y películas de terror creo que aquí encontrarás de todo. Bien es cierto que mi Lynch onírico preferido es el de "Terciopelo Azul" y "Mulholland Drive", pero "Carretera Perdida" está bien. Por cierto, mi cinta preferida de Lynch es la menos lynchiana de todas, esa magna obra llamada "Una Historia Verdadera".

Saludos

Enrique Hormigos dijo...

Algún día contaré mi experiencia de cuando, siendo yo un joven y modernísimo estudiante de arte, me metí con unos colegas igual de modernos -si no más- a ver "Cabeza Borradora".

Pinícula que escapa a cualquier intento de catalogación convencional y que curiosísimamente maravilló tanto a Mel Brooks (!) como para prestar a Lynch la pasta con la que rodo "El Hombre Elefante".

Esto es verdad, no estoy bajo los efectos de un visionado en v.o. de Inland Empire (película que, según tengo entendido se puede ver doblada al kurdo sin que ello afecte en lo más mínimo al entendimiento final del producto).

En otro orden de cosas, en la misma época del visionado de Eraserhead, se celebró en la ciudad una exposición de la obra pictórica de Lynch, una serie de lienzos del tamaño -el más pequeño- de un campo de fútbol repleto con la mayor cantidad de materiales y texturas que se pueda imaginar, conformando unas obras de lo más inquietantes, en una de ellas -no estoy precisamente orgulloso de ello, y todavía me sorprende mi arranque de hooliganismo artístico- aproveché para pegar un moco que me saqué de la nariz.

Detalle muy feo, lo reconozco, pero leí en la exposición que las obras iban a ser expuestas después en Japón, y me pareció una gran idea participar con algo de mi cosecha en el proyecto.

Desde entonces imagino de vez en cuando a Lynch, pasando delante del cuadro y parándose súbitamente para acercarse y murmurar:

-Eh, un momento... yo no puse eso ahí...

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Enrique, veo que te salió la vena gamberra tras contemplar los cuadros de Lynch (o como se quiera llamar a esos lienzos). Sinceramente no creo que notase mucho la diferencia.

En cuanto a "Eraserhead" eso es para mi un territorio ignoto al que nunca me he sentido tentado de ir. Quién sabe, puede que algún día...

Un saludo lynchiano