domingo, 18 de noviembre de 2012

Open Range

Comentario de OPEN RANGE


El mundo del cine es a veces caprichoso abriendo y cerrando puertas a sus miembros, ya sean directores, actores, guionistas o productores. La historia cinematográfica está plagada de casos en los que carreras artísticas prometedoras se han visto truncadas por un cúmulo de circunstancias de diversa índole. Si hay alguien que lo sabe bien es Kevin Costner, un estupendo actor que reinó en Hollywood a finales de los 80 y principios de los 90 para después ir difuminándose poco a poco a lo largo de los últimos quince años. Costner protagonizó un puñado de grandes largometrajes como "Los Intocables de Eliot Ness" (1987), "Bailando con Lobos" (1990), la cual dirigió el mismo, y "JFK: Caso Abierto" (1991). Al entrar en la década de los 90 siguió haciendo buenos trabajos en "Robin Hood, Príncipe de los Ladrones" (1991), "Un Mundo Perfecto" (1993) o "Wyatt Earp" (1994), pero fue al año siguiente cuando las cosas empezaron a torcerse seriamente. Y es que el tropiezo comercial de la carísima "Waterworld", una especie de Mad Max en los océanos, fue el preámbulo de lo que estaba por venir. La cinta fue vapuleada a pesar de tratarse a mi juicio de una muy entretenida película de aventuras, pero para Costner el punto de inflexión llegaría con su desastroso segundo trabajo como director, "El Mensajero del Futuro" (1997). Con ella pagaría los platos rotos por triplicado: él la dirigía, él la protagonizaba y él la producía. Desde entonces la mayor parte de sus intentos por volver al éxito profesional no han cuajado demasiado bien, tanto por decisiones erroneas al elegir sus proyectos como por la saña con la que le tratan varios críticos, de manera injusta en mi opinión. Pero en el desierto a veces crecen flores y esa es "Open Range" (2003), la tercera película de Costner como director en la que éste vuelve a uno de sus géneros fetiche, el western. El resultado es una cinta estupenda cuya labor interpretativa recae sobre los hombros de un gran Robert Duvall secundado perfectamente por el propio Costner, ofreciendo así un título a reivindicar.

"Open Range" presenta un relato de corte clásico bajo una óptica madura pero sin llegar a la desmitificación tan propia del llamado western crepuscular, muy ligado éste a la obra de Sam Peckinpah ("Grupo Salvaje", "Pat Garret & Billy the Kid") o a la etapa tardía de Clint Eastwood ("El Jinete Pálido", "Sin Perdón"). Costner presenta una historia sencilla en torno a uno de los ejes principales del género: la lucha contra la injusticia y la ausencia de la Ley. Boss y Charley (Duvall y Costner, respectivamente) son dos vaqueros que se ganan la vida con el ganado, al que conducen a lo largo del oeste del país en busca de pastos frescos . Al no tener tierras propias su ganadería es de tipo trashumante, algo legal en el territorio, por lo que a lo largo de sus itinerarios las reses pueden pastar independientemente de si las tierras son de propiedad privada. Cierto día llegan a los alrededores de una pequeña población dominada por un ranchero local, quien ejerce el poder absoluto en el lugar a través de su influencia económica. Éste no ve con buenos ojos a los ganaderos itinerantes a los que acusa de robarle los pastos, por lo que amenaza veladamente a los vaqueros para que abandonen sus tierras inmediatamente. Tanto Boss como Charley rechazan la idea de verse obligados a huir sin haber cometido delito alguno, por lo que ambos deciden plantarle cara. La escalada de violencia desembocará finalmente en un enfrentamiento abierto entre los dos hombres y el grupo de mercenarios del ranchero. 

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Ficha técnica y artística

Open Range. EEUU, 2003, 139 min.

Dirección: Kevin Costner

Intérpretes: Robert Duvall, Kevin Costner, Annette Bening

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Crónica de El Maquinista


Pulsa en la pantalla para ver una escena de "Open Range"

6 comentarios:

jaal dijo...

No la he visto pero me gusta el western. Me la apunto.

Saludos.

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Jaal, a mi el western es un género que me encanta, sobre todo el que a partir de los años 60 comienza a desmitificar el propio mundo del salvaje Oeste. Costner ha participado en cuatro westerns si la memoria no me falla: "Silverado" y "Wyatt Earp" dirigidas por Lawrence Kasdan y "Bailando con Lobos" y "Open Range" realizadas por él mismo. "Open Range" es una buena película a reivindicar y cuenta con una media hora final en la que tiene lugar uno de los mejores y más realistas duelos que yo haya visto en cine. La dirección es impecable.

Un saludo

ethan dijo...

Con esta película me ha pasado lo peor: sólo he visto el final. Tengo que verla entera.
Un saludo.

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Ethan, no te voy a engañar, la media hora final es lo mejor de la película. A lo largo de ese tiempo se desarrolla uno de los mejores y más realistas duelos que he visto en un western. La cinta en su conjunto está bien, así que yo te la recomiendo. Duvall está inmenso, al menos en versión original.

Un saludo

Enrique Hormigos dijo...

Creo que a Costner se le ha dado demasiada leña y muchas veces inmerecida.

Como actor, le pasa un poco como a Tom Cruise: gana mucho cuando interpreta personajes turbios con fuerte tendencia al lado oscuro; esos papeles de chaval con cara de boy scout capaz de matar a sangre fría les encajan como anillo al dedo.

Como bien supo ver, en este caso concreto, un tal sr. Eastwood.

Tiros y abrazos.

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Enrique, coincido contigo en que el papel de Costner en "Un Mundo Perfecto" de Eastwood era muy bueno. A mi la verdad es que también me encanta cuando hace de héroe (o anti-héroe, según) como en "Bailando con Lobos", "JFK" o "Los Intocables". Solo por estas tres películas se merece los respetos del personal. Hoy en día no se suele recordar, pero Costner luchó contra viento y marea para levantar "Bailando con Lobos", teniendo a casi todo el mundo en contra. Y logró una cinta de aventuras impecable que además plantea temas muy serios sobre el entendimiento entre culturas. Cada vez que escucho la banda sonora de John Barry se me ponen los pelos de punta de la emoción.

Un abrazo