domingo, 21 de octubre de 2012

Papillon

Comentario de PAPILLON


El cine carcelario tiene como escenario natural las prisiones, preferiblemente las de celdas con barrotes y ese aire clásico de las de toda la vida. El leitmotiv de la mayoría de estas películas reside en el proceso de liberación al que aspiran sus protagonistas, ya sea en sentido físico o espiritual, dejando normalmente en un segundo plano el dilema sobre su inocencia y si éstos merecen permanecer bajo condena. Esta línea narrativa ha dejado grandes cintas al género, como "Cadena Perpetua", "Le Trou", "La Leyenda del Indomable" o "La Milla Verde". En ellas los personajes han de lidiar con la dureza del entorno, personificado en ocasiones por un malvado alcaide u otros internos peligrosos. Pero la localización géográfica de la cárcel también puede desempeñar un rol fundamental en la trama: a Clint Eastwood le encerraban en un peñasco rocoso de la bahía de San Francisco en "Fuga de Alcatraz". Sean Connery sufría las penurias de las prisiones militares británicas en mitad del desierto sahariano con "La Colina". Y en la cinta que hoy nos ocupa, "Papillon" (1973), Steve McQueen y Dustin Hoffman son enviados a un penal nauseabundo en la Guayana Francesa. Las potencias europeas de la época podían efectivamente darse el lujo de mandar a sus presos a lugares alejados de la metrópoli, como los ingleses en Australia y los franceses con sus territorios caribeños.

"Papillon" supone el colofón a una racha estupenda de su director, Franklin Schaffner, quien en el lustro anterior había conseguido rodar una obra maestra de la ciencia-ficción ("El Planeta de los Simios", 1968) y el potente relato de uno de los generales más controvertidos de la II Guerra Mundial ("Patton", 1970). La cinta narra la odisea del preso Henri Charrièrre (McQueen), alias Papillon, quien en la Francia de los años 30 es condenado por asesinato y enviado a un penal de la Guayana, en Sudamérica. Allí conoce a Louis Dega (Hoffman), otro recluso que ha estafado una fortuna falsificando bonos del Estado. Dada la complexión menuda de éste, Papillon le ofrece protección a cambio de ayuda para llevar a cabo su plan de fuga, la obsesión que le mantiene con vida. Con el tiempo su relación interesada se convertirá en amistad. En esos tiempos la Guayana no es más que una inmensa selva llena de pantanos, manglares y toda clase de bichos peligrosos. La presencia francesa se limita a militares, personal administrativo y el puñado de desdichados que sufren las condiciones de sus cárceles. Papillon lo tiene claro, prefiere morir intentando escapar antes que consumirse poco a poco en ese agujero. Sabiéndose inocente del crimen por el que ha sido condenado su único objetivo es volar libre de nuevo. Para quien no sepa francés, papillon significa mariposa.

************************************************

Ficha técnica y artística

Papillon. EEUU, 1973, 150 min.

Dirección: Franklin Schaffner

Intérpretes: Steve McQueen, Dustin Hoffman, Victor Jory

************************************************


Crónica de El Maquinista


Pulsa en la pantalla para ver una escena de "Papillon"

11 comentarios:

El Bueno de Cuttlas dijo...

Como curiosidad decir que la estupenda escena que he puesto (vamos a dejarnos de modestia por una vez) se rodó en la localidad española de Fuenterrabía (Guipúzcoa). La verdad es que da el pego perfectamente como ciudad francesa de los años 30. Bueno, en realidad bastaba con cruzar el río Bidasoa y ya estaban en Hendaya. Supongo que los extras españoles salían a mejor precio...

Un saludo a quien se pase por aquí

Emilio José Pazos Brenlla dijo...

peliculón sobre escapdas, lo mejor de lo mejor, si señor. Las escenas finales memorables. Gracias por la entrada. Un saludo.

ethan dijo...

En su día leí la novela y recuerdo que me encantó, que no me creía que aquello había sucedido de verdad, pero la realidad es a veces más cruda que la ficción.
Saludos

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Emilio, a mi la verdad es que me gustó mucho, aunque quizás un poco larga y con algún tramo del guión algo desconectado. Ver a McQueen y Hoffman, dos actores tan diferentes, es un regalo.

¡Un saludo!

El Bueno de Cuttlas dijo...

Buenas Ethan, la verdad es que la realidad siempre supera a la ficción, uno se va dando cuenta de eso en multitud de ocasiones. Lo malo es que si lo pones en una película luego la gente no se lo cree y le tachan a uno de exagerado... ¡que se lo digan a Papillon!

Un saludo

Enrique Hormigos dijo...

No me lo puedo creer.

Las dos últimas ilustraciones que he perpetrado estaban -y estan- dedicadas a la película "Fuga de Alcatraz", y a la reseña de un libro dedicado a José Giovanni, estupendo escritor de polar y autor del guión de esa oda a los trabajos manuales y la minuciosidad que es "Le Trou", con permiso de todos, mi película favorita del género.

De todas formas, me encantan la película y el libro, y reconozco que la capacidad de resistencia del protagonista resulta de lo más inspiradora en estos asquerosos tiempos de injusticia rampante en que vivimos.

He dicho.

El Bueno de Cuttlas dijo...

Buenas Enrique, pues sí que es casualidad. Debe de ser obra de una fuerza telepática de origen extraterrestre. La verdad es que como bien dices estas películas son auténticos episodios maestros de Bricomanía: cómo cavar un agujero con cucharas, cómo fabricar un chaleco salvavidas, cómo construir un muñeco con pelo en la azotea... En fin, toda una oda al DIY anglosajón.

Mi preferida del género es "Cadena Perpetua", sencillamente me parece una cinta magistral.

¡Saludos!

Enrique Hormigos dijo...

Metidos en el genero, ayer por la tarde me vino a la memoria una película recomendabilísima, a la altura de la mismísima "Le Trou": una peli de Robert Bresson del año 56 titulada "Un condenado a muerte se ha escapado".

Sencillamente magistral la manera de contar la historia a base de planos cortos y primerísimos planos de manos, objetos y detalles mínimos, con un uso del sonido que transforma los más leves ruidos en parte esencial de la historia y como contarla.

Una película magnífica que vi con mi hijo en la filmoteca -imprescindible la v.o.- y nos dejó impresionados (y no resulta nada fácil impresionar a un fulano de 15 años con una peli franchute del 56, amigos...)

El Bueno de Cuttlas dijo...

¡Me la apunto!

Möbius el Crononauta dijo...

Steve McQueen estuvo realmente bien aquí, luego dirán que no actuaba nunca, pero bueno, ¡también hay quien votó a George Bush!
Increíble clásico carcelario, realmente extraordinario, casi puedes sentir el sudor de la Guyana.

Pues eso, clásico impepinable.

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Möbius, me alegro de que te haya gustado la película elegida. A mi la verdad es que Steve McQueen me encanta, pertenece a esa casta de actores que parecen que actúan de forma natural, sin esfuerzo, como Harrison Ford o Paul Newman. Es muy interesante ver a McQueen compartiendo pantalla con un actor que representa lo contrario, Dustin Hoffman, alguien que se preparaba a conciencia los papeles y con una forma interpretativa diferente.

La combinación resulta brillante. ¡Saludos crononaúticos!