sábado, 21 de abril de 2012

Dioses y Monstruos

Comentario de DIOSES Y MONSTRUOS


Existe un género cinematográfico muy particular que consiste en el cine dentro del propio mundo del cine, historias cuyos protagonistas forman parte del gremio dedicado a hacer películas. Resulta un espectáculo fascinante ver los mecanismos de ese universo al que el espectador suele permanecer ajeno debido a que tan solo es testigo del producto final. Las luchas entre directores y productores, los nunca suficientemente recordados guionistas, el largo camino de los actores o los entresijos de los rodajes son algunas de las facetas a explorar. Numerosas cintas han abordado estos temas desde hace tiempo, como en "El Crepúsculo de los Dioses" (Billy Wilder, 1950), completa radiografía del paso de la fama y el estrellato en este caso encarnado en el alter ego de la actriz de cine mudo Gloria Swanson. David Lynch sabría también sacar partido a los recovecos más oscuros de Hollywood como telón de fondo para su onírica "Mulholland Drive" (2001) y otros, como Tim Burton y Martin Scorsese, han preferido relatar la historia de autores con personalidad inclasificable en "Ed Wood" (1994) y "El Aviador" (2004), respectivamente.   

"Dioses y Monstruos", situada en los años 50, narra la relación de amistad que se establece entre Clayton, un jardinero de Los Ángeles  (Brendan Fraser) y el dueño de la casa en la que ha empezado a trabajar. Éste resulta no ser otro que el director de cine ya retirado James Whale (Ian McKellen), famoso por sus películas de terror en la década de los 30, en especial las del mito de Frankenstein. Whale lleva una vida aparentemente tranquila lejos de la ciudad con la única compañía de su ama de llaves (Lynn Redgrave), pero en realidad es un hombre atormentado por sus propios demonios interiores. El paso del tiempo, su homosexualidad y recientes problemas de salud han ido moldeando el carácter de un ser melancólico cuya mente habita en un mundo poblado por fantasmas del pasado. La juventud y energía de Clayton le harán sentirse profundamente interesado en él, lo que dará lugar a una difícil relación entre dos personas completamente diferentes.

**************************************************

Ficha técnica y artísitica

Dioses y Monstruos (Gods and Monsters). EEUU, 1998, 105 min.

Dirección: Bill Condon

Intérpretes: Ian McKellen, Brendan Fraser, Lynn Redgrave

**************************************************

 
Crónica de Atticus Finch


Pulsa en la pantalla para ver el tráiler de "Dioses y Monstruos"

4 comentarios:

Enrique Hormigos dijo...

Impresionante peliculón de arriba a abajo.

Excelentes actores: Ian McKellen está como siempre y Brendan Fraser clava el mejor papel de su vida, alejado de tanta gilicomedia y tanta momia.

La historia es muy potente, y la relación entre los personajes mantiene una tensión y una intensidad que no decae en ningún momento.

Extremadamente recomendeibol, tanto como el libro en el que se basa, la novela de Christopher Bram "El padre de Frankenstein", editada en español por Anagrama.

Si os gusta la historia del cine, las peliculas de miedo rodadas con cuatro dólares y toneladas de talento de la Universal y la historia de Hollywood de los años 30, esta es vuestra novela.

Magistral.

Mila dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con el Sr.Hormigos: película magistral.

A mí, más que las películas de miedo, que así de entrada no me gustan nada, me interesan los hombres que las hacen, y ahí tenemos un filón. Porque resulta que el director de "Frankenstein" parecería que se quedó a la sombra del personaje, por lo menos para mí, y gracias a "Dioses y monstruos" a una le da por querer saber.Y unas cosas llevan a otras: el año en que James Whale hace "Frankenstein",1931, muere en accidente de coche Murnau,el de Nosferatu, que a la sazón vive en Santa Mónica, y que, por esas cosas de la vida, era de su misma condición sexual.
Y resuta que ese magnífico actor que es Iam Mckellen es uno de los destacados activistas del movimiento gay, y así lo declaró públicamente en la BBC.Por cierto que es sir desde 1991.
Volvamos a la película. Tiene la factura de las grandes obras, esas que se apoyan en grandes actores, y aquí la presencia de I.Mckellen, de la cantera de la Royal Shakespeare Company, hace lo suyo. Y la encantadora Lynn Redgrave que también perteneció a una saga de actores impresionantes.

Es una película que, a parte de la historia, se mantiene por su factura. El Oscar a la mejor adaptación de guion (nueva ortografía, aunque me apetece hacer como a Marías, ponerle la tilde) se lo llevó Bill Condon aquel año. Impecable.
Un abrazo,sr. Cuttlas!

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Enrique, comparto contigo el entusiasmo por una película estupenda que debe gozar de más reconocimiento popular. La historia es muy, muy buena y las interpretaciones también. Para la gente que descubrió a Ian McKellen dando vida a Gandalf en El Señor de los Anillos convendría que viesen a este gran actor británico en uno de los papeles por los que será recordado en el cine, el del director atormentado James Whale. Brendan Fraser, entre momias y viajes al centro de la Tierra, saca a veces tiempo o ganas para meterse en pelis con enjundia, como esta o "El Americano Impasible".

¡Un saludo!

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Mila, a mi también me gusta mucho tanto la película en sí misma como la actuación de Ian McKellen. Supongo que es una buena representación de la calidad de los intérpretes británicos procedentes del mundo del teatro, como Lawrence Olivier, Anthony Hopkins, John Gielgud y tantos otros. En su país el mundo de la interpretación teatral ha producido un gran número de buenos profesionales, muy respetados y reconocidos tanto por crítica como por público. Ya que en España no se tiene esa cultura de promoción del teatro, al menos disfrutemos de lo bien que lo hacen en otros sitios.

¡Un abrazo!